Hacia el año 460 a.C. en la antigua Grecia vivía Hipócrates, un gran médico descubridor de enfermedades como el cáncer de pulmón o las hemorroides, considerado como el “padre de la medicina” y el redactor del juramento hipocrático, todavía hoy utilizado por las personas que se gradúan en Medicina. Su frase: “Que la comida sea tu alimento y el alimento tu medicina” nos da idea de la gran importancia que la alimentación tiene sobre nuestra vida, y las plantas además de aportar nutrientes a nuestro organismo nos ayudan a fortalecer el sistema inmunológico, previniendo y curando enfermedades.
Y dentro del mundo de las plantas, las hierbas aromáticas ocupan un lugar importante en la cocina por sus excelentes cualidades, ya que contienen sustancias que generan aromas, olores o sabores muy apreciados en el mundo culinario tanto para sazonar guisos o salsas como para realzar los más exquisitos platos elaborados en las cocinas más prestigiosas de la alta gastronomía. Pero la alta gastronomía, así como las cocinas más exigentes también necesitan de los mejores elementos. Es por ello por lo que nosotros os recomendamos a Danvimet, una empresa especializada en la fabricación de mobiliario a medida de acero inoxidable de uso alimentario para el sector hostelero y comercial, así como elementos de transporte, almacenaje y distribución de primera calidad, algo que garantiza que durante la elaboración los alimentos estén protegidos en mobiliarios de primera.
Las hierbas aromáticas más utilizadas en la cocina mediterránea son:
- Orégano. Es uno de los ingredientes principales de la elaboración de un plato esencial en la cocina italiana, la pizza, aportándole sabor y aroma. Entre los beneficios que aporta al organismo destacan sus propiedades antibióticas, antiinflamatorias y antihistamínicas por lo que nos ayuda frente a enfermedades respiratorias o digestivas.
- Imprescindible en la elaboración de la exquisita salsa pesto, sus propiedades son amplísimas pues es antiinflamatoria, antiespasmódica, sedante, antioxidante, estimulante… por lo que favorece la digestión y activa el funcionamiento del intestino, combate la fatiga física y mental, mejora las afecciones de las vías respiratorias, mejora el insomnio y la ansiedad, activa el sistema inmunológico, etc.
- Sus propiedades antiinflamatorias o carminativas lo convierten en una planta especialmente indicada en forma de infusión para la eliminación de gases, facilitar las digestiones, las infecciones respiratorias, problemas de piel o de caída de pelo.
- Esta planta tiene un olor fuerte y dulzón intenso por lo que es fácilmente reconocible. Tiene propiedades antibióticas, anticoagulantes, estimulantes, analgésicas, carminativas, etc. por lo que ayuda a descongestionar las vías respiratorias aliviando gripes y resfriados, a bajar la fiebre, mejora las digestiones eliminando la acidez, náuseas y disminución de gases, mejora la circulación sanguínea, alivia dolores musculares, activa el organismo…
- Salvia. Su nombre proviene de la palabra latina “salvi” que significa salvar, por lo que sus propiedades y beneficios la colocan en una posición muy elevada. Su infusión es un potente expectorante y limpiador de las vías respiratorias, ayuda a reducir el colesterol, facilita la pérdida de peso, fortalece el sistema inmunológico, mejora la memoria y la concentración, mejora la psoriasis, el acné, los eccemas, etc.
- Su aroma y sabor recuerdan al anís y aunque se utiliza en forma de infusión principalmente, en cocina lo más apreciado son sus hojas que aromatizan platos como pescados, ensaladas, arroces, salsas… entre sus propiedades destacan sus grandes beneficios como digestivo, diurético, antioxidante, sedante, relajante muscular, antiséptico, etc.
- Su sabor amargo y su olor fuerte y dulzón es su principal característica culinaria, mientras que su amplio aporte de vitaminas A y E y minerales como el hierro, magnesio, potasio, fosforo, calcio lo convierten en un fortalecedor del sistema inmunitario y protector del organismo.
Las plantas a lo largo de la historia
El uso de las plantas por los seres humanos se remonta a la época prehistórica, existiendo evidencias suficientes según los hallazgos encontrados para establecer que fueron utilizadas por todas las culturas conocidas, si bien su forma de uso más extendida fue ante todo con fines medicinales. Culturas como la maya, la inca, los griegos o los romanos las estudiaron y aplicaron, si bien la cultura mesopotámica destacó por ser verdaderos expertos en astronomía, matemáticas, ingeniería y también en medicina. El documento médico más antiguo que se conserva pertenece a esta cultura mesopotámica y en él se incluyen remedios concretos para aliviar algunas dolencias y donde los elementos utilizados son de origen vegetal. Elementos con cualidades tan desconocidas para nuestros días eran usados de forma habitual, el mirto, el sauce, el cedro, la higuera, la palmera datilera… la forma de utilización dependía de la planta, en unas se escogían las semillas, en otras las raíces, los tallos, las cortezas, las hojas o incluso la planta entera, y la forma de aplicarlo también variaba, unas veces en cocción, otras en infusión, como cataplasma, etc.