A 30 kilómetros de Valladolid se encuentra un pequeño pueblo que siempre me llama la atención por autodenominarse villa gastronómica. La verdad es que es un adjetivo muy bien puesto, porque me encanta ir a ella y disfrutar en sus restaurantes. Hay para todos los gustos, edades y bolsillos. Son poco más de 1.000 habitantes pero en algunos fines de semana, tanto de invierno como de verano, gracias a los turistas que van a llenar la barriga pueden alcanzar los 1.500. Por no hablar de fiestas, que son en julio, donde llegan a multiplicarse por 3.
- Como os decía cuenta con varios restaurantes de diferentes especialidades. Por encima de todos destaca La Botica (antiguamente allí estaba), que es un restaurante con estrella Michelín. No es normal que un pueblo de tan pocos habitantes cuente con todo una estrella, así que algo tendrán que tener sus platos. Es una comida muy elaborada, donde llama la atención el empleo de la piña y de su fruto, el piñón, dos ingredientes que se dan mucho por esa zona castellana. No te puedes ir sin probar un postre a base de morcilla que ha ganado más de un premio. Eso sí, no es barato, pero qué demonios, un día es un día. ¿No?
- Al lado de La Botica se encuentra El Lienzero. Lo más curioso de este lugar es que hace muchos años era una tienda de telas y aún se pueden ver las mesas alargadas. Una vez dentro destacan sus asados. El precio es medio y se amolda a todos los bolsillos.
- Tirando por la calle principal llegaremos a mi favorito. El Mesón de Pedro. Llevan más de 20 años dando de comer siempre lo mismo, pero es que la gente no se cansa. Y es normal porque sus pinchos de lechazo y su conejo están buenísimos. El pincho está hecho a las brasas de sarmiento, algo que notarás en cuanto te metas en la boca y que es muy típico de esta zona de Valladolid. Además no te olvides de pedir una croqueta casera y una ración de calamares. Si eres goloso, pídete también el flan. Todo ello regado con buen vino de esta zona. Es mejor que reserves porque casi siempre está lleno. Aunque en la última ocasión que he ido he comprobado cómo han ampliado una de las zonas de fuera, que antes se dedicaba como carpa de baile en caso de BBC; es decir, bodas, bautizos y comuniones. Me llamo la atención porque han realizado una reforma del tejado y se pusieron en contacto con la empresa Cubiertas Estevez, que yo conocía de la zona de Madrid. Ahora ha quedado elegante.
- Para terminar se puede hacer una visita al Restaurante Tus Ojos, si has visitado alguna vez Matapozuelos te sonará de que hace años fue un pub donde estaba toda la marcha del pueblo. Pero ahora el dueño le ha dado un giro de 180 grados al concepto de negocio y ha puesto un restaurante. Su especialidad es el arroz con bogavante y si te gusta el bacalao, pídelo, porque la cocinera es portuguesa y se nota a la hora de cocinar. Además, es el mejor lugar para tomarte un gin tonic, la bebida de moda, bien preparado.
Buen provecho
Estos son los restaurantes principales, porque luego hay bares donde poder tomar un rico vermut. Como puedes comprobar un pueblo con 1.000 habitantes pero donde hay bares y restaurantes para dar y tomar. Ahora entiendo eso de villa gastronómica. Espero que esta miniguia te sirva de utilidad.