Con lo que cuesta ganarse la vida, y que de repente unos delincuentes entren en tu pequeño negocio por la noche y que en tan sólo unos minutos te quiten –o incluso te destrocen– lo que tanto sudor y tantas horas de trabajo has tenido que desempeñar para ganarte unos cuantos euros, ¡pues ya me diréis! Por ello, me he hartado y he decidido confiar en la empresa Grupocayp, una sociedad que proporciona servicios de vigilancia y seguridad, de estudio, instalación, así como de mantenimiento y soporte de sistemas de control horario en Sevilla.
Os cuento… Soy propietario de una pequeña tienda de regalos y souvenirs, que también hace oficio de bazar, en una zona turística de Sevilla en la que entra y sale muchísima gente. Con lo cual, ¡no puedo estar atento a todo al 100 x 100! En múltiples ocasiones, de hecho, se han llevado de mi comercio pequeños artículos sin que yo me percatara de ello, hasta que no llegara la hora de hacer caja y que, debido a esos pequeños pero numerosos hurtos, se produjera un gran desajuste en ésta, lo que tiene como consecuencia pérdidas substanciales para mi negocio.
Entonces, decidí que esto no podía seguir así y que era urgente que protegiera por lo menos los artículos los más valiosos de mi tienda. Para ello, debía como mínimo dotarlos de unos chips anti-hurto que se suministraban por lotes de adhesivos. Con estos chips y su arco correspondiente se evita, en efecto, que los ladrones perjudiquen tu negocio y economía. Asimismo, decidí instalar una cámara de vigilancia para intentar no sólo disuadir a los ladrones, pero en caso de robo, permitir a la policía de identificarles.
Un sistema de inversión altamente rentable
Si bien, la primera cosa en la que piensas cuando decides instalar un buen y fiable sistema de vigilancia, es que esa instalación te va a suponer una gran inversión económica, lo que sin embargo deberías más bien tomar en cuenta, es en lo pronto que gracias a dicho sistema le sacas rentabilización. Ello es posible gracias al efecto disuasorio que proporciona. Por otra parte, su gran funcionalidad, garantizada por muchos años, demuestra que se trata por lo tanto de un equipamiento altamente rentable. Y bueno, especificaros asimismo que su instalación es de lo más sencilla y que tan sólo requiere un punto desde donde obtener la corriente y una conexión de datos.
Francamente, no me arrepiento en absoluto de haber instalado dicho sistema de vigilancia. Eso se nota en mis ganancias. Por ejemplo, el otro día, entraron en mi tienda dos abuelos de lo más bonicos a los que se les hubiera dado la absolución sin previa confesión. Sin embargo, al franquear la puerta cuando salían de mi tienda, se empezaron a oír unos pitillos ensordecedores debido a los chips que llevaban puestos los artículos, que como os lo habréis imaginado, habían mangado y llevaban en sus bolsillos y bolso de señora. Ay… ¡Cuánta razón tenía mi madre cuando decía que el hábito no hacía el monje!
Pero bueno, no llamé a la policía ni armé ningún escándalo. Tan sólo me los llevé a la trastienda para que depositaran sobre la mesa lo que había robado. Y, sin ni siquiera una palabra de excusa o de arrepentimiento, salieron alteros y cogidos del brazo para la calle… Asimismo, cuando hace unas semanas estaba durmiendo a puños cerrados, y que el sistema de vigilancia instalado por la empresa Grupocayp, empezó a sonar, supe que estaban intentando entrar en mi tienda. Pero el sonido de la alarma permitió que no se produjera el robo, ya que el ladrón salió corriendo a toda velocidad. Ahora bien, la cuestión que me planteo es: “¿por qué van estos delincuentes a robar a la gente humilde y trabajadora cuando hay tantos sinvergüenzas y ladrones sueltos ataviados con trajes y corbatas por la calle? ¡No lo entiendo! ¿Acaso no dice el refrán: “quien roba a un ladrón tiene cien años de perdón”? ¡Entonces!