Si hay algo que gusta a los seres humanos, es comer. El placer que encontramos en los alimentos y las infinitas formas de cocinarlos e ingerirlos, supera con creces los límites de la necesidad. Esto no es en sí algo negativo, salvo que existan excesos o restricciones por cuestiones de salud. Como bien sabemos todos, alimentarse tiene como finalidad adquirir nutrientes. Estos nutrientes, no son otra cosa que lo que requiere nuestro organismo para funcionar de forma adecuada. Por lo tanto, ante un déficit o exceso, se producen diversas anomalías, traducidas en enfermedades.
También es cierto que no todas las dolencias que padecemos son el resultado de una mala alimentación. Del mismo modo que el hecho de comer determinados alimentos, puede ayudar a mejorar algunas patologías. Puesto que resulta muy habitual hablar de la dieta para mejora el tránsito intestinal o bajar el colesterol y evitar problemas coronarios, hemos considerado que deberíamos hacer mención a las venas. Son muchas las personas aquejadas de varices y poca la información relativa a la importancia de la dieta que podemos encontrar. Aunque haberla, hay la.
Es más habitual en el caso de padecer varices, acudir al cirujano que pensar en la dieta. Aunque luego el cirujano, recomiende probar primero con una dieta adecuada. En cualquier caso, hemos consultado con cirujanos de envergadura que se dedican a este tipo de cirugía venosa, entre otras. En el Centro Quirúrgico Calero y Manzano, nos han hablado de la dieta y los alimentos que debemos evitar en caso de sufrir varices. Como bien sabemos, los hábitos de vida saludable, favorecen una buena circulación en las piernas. La mala circulación sanguínea, puede llegar a producir problemas que, aunque puedan parecer leves, se pueden convertir en algo de mayor gravedad. Sobre todo, si se realiza una ingesta de alimentos perjudiciales.
Alimentos buenos, alimentos malos
“Todo es veneno, nada es veneno”, que diría Paracelso, resulta a todas luces, la afirmación irrefutable en cuestiones de alimentación. Salvo excepciones. En lo que a circulación sanguínea respecta, un claro ejemplo, lo tenemos en el sodio. Un alto contenido de este elemento, perjudica la circulación y potencia la retención de líquidos. Lo que contribuye a que se produzca un incremente del volumen de la sangre en las venas. Los signos de varices que se relacionan directamente con la ingesta de sal, pueden manifestarse con pesadez y abultamiento de las piernas.
Una dieta que sea poco saludable, el sedentarismo y la falta de ejercicio, conllevan un riesgo más elevado de sufrir mala circulación y favorece con ello, la aparición de varices y arañas vasculares en las piernas. Esto puede evitarse o mitigarse si se disminuye o suprime la ingesta de algunos alimentos como el sodio, la grasa saturada o aquellos que producen altos niveles de colesterol. Por ejemplo, las patatas o alimentos fritos, el alcohol, el café, los embutidos, quesos curados o salsas, así como las pizzas, el azúcar blanco, la bollería industrial y dulces en general, el chocolate o las conservas, deben evitarse o consumirse de forma puntual. Los alimentos precocinados, el pan blanco y las galletas o el arroz blanco y las comidas muy picantes, hacen por igual, flaco favor a la salud venosa y el flujo sanguíneo.
Esta lista puede resultar la maldición para los amantes de este tipo de comida (la mayoría), pero no es así. Se trata de una lista de alimentos orientativa y, si bien puede resultar restrictiva, no es estricta. Es decir, no pasa nada por consumir de vez en cuando y de forma puntual, estos alimentos. Siempre y cuando se haga esporádicamente, como es lógico. Lo dañino es el abuso. No se puede ni se debe comer todos los días patatas fritas o pizzas, dulces o queso curado, como si no existieran otras opciones. En la variedad está el gusto y, cuando algo se come de manera puntual, se disfruta mucho más.
Retomando el asunto, el sedentarismo, los embarazos, la edad o la herencia genética, son factores determinantes a la hora de que se produzcan las indeseadas varices. La buena noticia es que a pesar de esto, se puede prevenir su aparición o en caso de que aparezcan impedir que vayan a más.
Para que sea posible la prevención o minimiza el avance, basta con llevar a cabo una dieta saludable y seguir algunas recomendaciones. Para empezar, los alimentos ricos en fibra, es decir, integrales y los ricos en potasio, ayudan a regular el tránsito intestinal, evitando el estreñimiento al mismo tiempo. Con la llegada del buen tiempo, no está de más aprovechar el momento para ingerir alimentos con mayor poder hidratante como la sandía o el melón, naranjas, limones, fresas o kiwis.
Otros de los alimentos más recomendados para facilitar la circulación y prevenir la aparición de varices, son las verduras y legumbres. Lo que viene siendo comer zanahorias, espinacas, col, brócoli, tomate, puerro, calabacín, guisantes o garbanzos. Los alimentos que facilitan la eliminación de toxinas, denominados depurativos, pasan por la piña, los espárragos, el yogur, los cereales integrales, plátanos, infusiones y caldos depurativos, además del agua.
Las paredes de los vasos sanguíneos deben ser flexibles y fuertes para poder resistir la presión del flujo sanguíneo. La mejor manera de mantener esta flexibilidad y fortaleza, es realizar ejercicio de forma regular, mantener el peso, mantenerse hidratado y llevar una dieta equilibrada, rica en nutrientes clave.
Hemos mencionado los alimentos más aconsejados en este caso, todos ellos, cuentan con los nutrientes esenciales para mantener la buena salud vascular. No obstante, recordemos cuales son los nutrientes más adecuados: la fibra, la vitamina C, las del complejo B, los ácidos grasos omega 3, flavonoides y bioflavonoides. Todos aquellos alimentos que contengan estos nutrientes, son bienvenidos.
Hidratación al poder
Los alimentos son indispensables. La hidratación es crucial. Sin una buena hidratación, no se pueden mantener muchas de las funciones corporales más básicas. Gracias a ella, el transporte de nutrientes a las células se efectúa de manera más fácil, contribuye a la eliminación de residuos y ayuda a regular el sistema nervioso y la temperatura corporal. De ahí que el agua se considere como el recurso vital por excelencia para mantener una buena salud en general. Por consiguiente, mantener unos niveles de hidratación adecuados, contribuye a mejorar la salud de las venas.
A nivel de flujo sanguíneo, mantenerse hidratado de forma adecuada, ayuda a que la sangre se diluya, lo que hace que su flujo sea más fluido a través de las venas y su retorno al corazón. Una conveniente hidratación, promueve la elasticidad de las venas, lo que asegura que funcionen de forma correcta y eficaz. Por el contrario, en caso de que se produzca deshidratación, la sangre s espesa y contribuye a que se dilaten y abulten las venas. Este hecho, incrementa de forma significativa el riesgo de que se desarrollen las venas varicosas y se produzca trombosis venosa profunda o lo que es lo mismo, coágulos de sangre.
Puesto que no queremos que nuestras venas se vuelvan varicosas y se nos produzcan coágulos de sangre en ellas, debemos beber suficiente agua cada día. Aunque los médicos ya no recomiendan una cantidad específica de agua al día, existen diversas formas de asegurar la correcta hidratación. Una de ellas, no es otra que la de ingerir ciertos alimentos con alto poder hidratante. Estos alimentos son los que contienen mucha agua en su composición, por lo tanto, son frescos y están repletos de antioxidantes y minerales esenciales en su composición.
Algunos de ellos los hemos mencionado con anterioridad como la sandía, la naranja o la piña, por lo que añadimos las uvas, el pepino, tomate, pimientos o remolacha. Todos ellos y muchos más, nutren e hidratan el cuerpo, ayudando a que se produzca y facilite una mejor circulación de la sangre. Agua y fruta para la hidratación, es la ecuación perfecta.
Por otro lado, antes de concluir, hacer una breve mención a los alimentos con propiedades antiinflamatorias. Sabemos que la inflamación es una respuesta del organismo frente a factores de estrés como enfermedades, lesiones o tensión mental. Esta respuesta puede conllevar trastornos de importancia en todo el cuerpo, venas incluidas. Con objeto de promover esa salud venosa, resulta indispensable minimizar los niveles de inflamación. Lograr esto es algo que puede hacerse reduciendo el estrés (a veces difícil), manteniéndose activo e ingiriendo alimentos antiinflamatorios.
Por lo tanto, podemos decir que la alimentación es crucial para mantener una buena circulación sanguínea y, por ende, evitar las varices. No podemos dejar de recordar que existen otros alimentos muy saludables para mejorar la salud de las venas, como las especias que, si bien son condimentos y no alimentos en sí, no está de más mencionarlos e incluirlos en la dieta. Canela, cúrcuma, jengibre, ajo y cayena, son las más aconsejadas.
Como colofón, para los más golosos, una buena noticia: el chocolate negro, con menos aditivos que el chocolate con leche, cuenta con flavonoides (los mencionamos unos párrafos atrás) muy beneficiosos para la salud de corazón. Reducen la inflamación y el riesgo de padecer enfermedades cardiacas. Sabiendo esto, podemos decir que el chocolate es bienvenido a la dieta saludable para mantener la salud de las venas. Eso sí, siempre con moderación.