Desde la paradoja francesa hasta la dieta mediterránea y los últimos estudios sobre el envejecimiento, el debate sobre el vino y la salud está en auge. Basándonos en nuevas investigaciones científicas, a continuación, analizamos los beneficios del vino para la salud y el bienestar psicosocial.
Una breve historia de la “enoterapia”
La relación entre el vino y la salud se remonta a tiempos remotos. Antiguos jeroglíficos egipcios y tablillas sumerias del 2200 a. C. documentan el vino como la medicina artificial más antigua del mundo. Desde la antigua Grecia y Roma hasta la Edad Media, el vino se usaba para todo. Eliminaba bacterias en el agua potable, facilitaba la digestión, curaba heridas, aliviaba el dolor y trataba el letargo. Hipócrates, el «padre de la medicina clínica y molecular», promovió los beneficios del vino para la salud, al igual que los reyes babilónicos, los médicos persas y los monjes católicos. El Talmud judío afirma claramente: «El vino es la primera de todas las medicinas: donde falta vino, se necesitan medicinas».
El vino en la dieta mediterránea
La dieta mediterránea, conocida por sus beneficios para la salud, combina un consumo moderado de alcohol (principalmente vino tinto) con menos carne y más verduras, frutas, frutos secos, legumbres, semillas y aceite de oliva. Sin embargo, la dieta, en un sentido estrictamente saludable, es solo una parte de la historia. Junto con la gastronomía, el vino es parte integral de la cultura, la historia y el estilo de vida del Mediterráneo.
Beneficios del vino para la salud
Los polifenoles son clave para los beneficios del vino para la salud. Los taninos y flavonoides le dan al vino su estructura, textura y sabor. Los polifenoles se encuentran en el hollejo y las semillas de la uva. Eliminan los radicales libres de las células del cuerpo. La composición y concentración de polifenoles en el vino varía según la variedad de uva, la añada, la geografía, el paladar y la vinificación. El vino tinto tiene aproximadamente 10 veces más polifenoles que el vino blanco (debido principalmente a la maceración del hollejo).
Resveratrol: el rey de los polifenoles
El resveratrol se ha convertido en el único polifenol con beneficios para la salud. La buena noticia es que las uvas azules, junto con el aceite de oliva, presentan una de las concentraciones más altas de la naturaleza. Los mejores vinos del mundo se elaboran en suelos expuestos al sol o con variedades sensibles al estrés como el pinot noir; como se puede suponer, son los que contienen más resveratrol.
La producción de resveratrol en las plantas es una respuesta al estrés y, por lo tanto, cumple una función de supervivencia. Esto explica por qué las uvas, que tienen dificultades para obtener agua y nutrientes, presentan los niveles más altos de este elemento. Los seres humanos son más vitales cuando tienen la dosis adecuada de estrés. Pero no se refiere al estrés que se produce en un día de oficina, sino al estrés causado por el ejercicio, el ayuno intermitente y la terapia de frío/calor, combinados con una dieta rica en resveratrol.
El estado del vino y el corazón
Un creciente número de investigaciones ha confirmado que los polifenoles del vino, en particular el resveratrol, tienen efectos cardioprotectores. El consumo moderado de vino puede proteger y reducir enfermedades cardíacas como la hipertensión, la enfermedad coronaria y la diabetes. El resveratrol ayuda a descomponer el colesterol, aumenta la utilización de la glucosa y controla los niveles de estrés. Todo esto reduce la carga del corazón y mantiene el flujo sanguíneo. Otro polifenol que protege el corazón y promueve la longevidad es la procianidina, presente en los taninos del vino tinto.
El vino y el cáncer
Estudios recientes han demostrado que el consumo moderado de vino, como en la dieta mediterránea, puede proteger contra ciertos tipos de cáncer, como el de páncreas, mama, ovario, piel, esófago, estómago, colon y próstata. Los polifenoles presentes en el vino tinto, en particular el resveratrol y la procianidina, tienen efectos antioxidantes que eliminan los radicales libres e inhiben el crecimiento tumoral.
Otros beneficios del vino para la salud (especialmente el resveratrol)
• Protege contra la pérdida ósea relacionada con la edad (homeostasis).
• Mejora la función renal, la fibrosis y la toxicidad adversa de los medicamentos.
• Protege contra enfermedades oculares degenerativas.
• Reduce los niveles de glucosa, lo que ayuda a tratar o prevenir la diabetes.
• Mejora la salud intestinal eliminando bacterias malas y metabolizando polifenoles saludables.
• Extiende la fertilidad femenina y masculina al aumentar la vida útil de los ovarios y la espermatogénesis.
• Los efectos antiinflamatorios y antioxidantes ayudan en la función del sistema sanguíneo.
• Protege la piel de la radiación UV y el melanoma.
• Mejora la salud pulmonar al prevenir la fibrogénesis, la disfunción y los efectos asmáticos.
Algunos estudios afirman que beber una o dos copas de vino tinto al día es beneficioso para la salud. Esta evidencia probablemente se deba a la larga esperanza de vida y las bajas tasas de enfermedades cardíacas en el Mediterráneo, donde los beneficios psicosociales del vino complementan sus beneficios para la salud.
El vino como ritual social
Los rituales sociales, ya sean formales o informales, desempeñan un papel importante en la salud y el bienestar. El médico Hipócrates, inspirado por la filosofía epicúrea, abogó por un enfoque holístico de la salud que incluía la amistad, el placer y el vino.
Disfrutar del buen vino y la compañía también nos alivia de la locura del mundo, y por eso el vino puede literalmente devolvernos la cordura. Nuestra «sociedad del agotamiento» se centra en la vita activa, descuidando la vita contemplativa.
El proceso ritual del vino nos ayuda a relajarnos y a estar más atentos y presentes. Esto puede ser importante para la salud y el bienestar. Se ha demostrado que participar en actividades restaurativas es muy beneficioso para la salud. Estas actividades también pueden hacernos más productivos y creativos, afirman los profesionales de Vinissimo.
Beneficios psicosociales del vino para la salud
El vino tiene beneficios psicosociales que promueven el bienestar general. Investigaciones han descubierto que el alcohol libera dopamina, un neurotransmisor responsable en gran medida de la sensación de placer. Además, el hidroxitirosol, un compuesto fenólico y antioxidante presente en el vino y el aceite de oliva, favorece la liberación de dopamina inducida por el etanol. Se ha demostrado que el resveratrol del vino tiene efectos neuroprotectores, incluyendo la protección contra los daños que provocan la enfermedad de Alzheimer y la demencia. Un estudio español encontró una relación entre el consumo bajo o moderado de alcohol y una menor incidencia de depresión. Sin embargo, un consumo superior a moderado parece aumentar el riesgo.
Disfrutando de la belleza del vino
Las regiones vitivinícolas y los viñedos no solo son hermosos, sino que también pueden ser un «paisaje terapéutico». La antropología y la geografía cultural los definen como espacios de sanación, especialmente donde se superponen los entornos naturales y sociales. Si bien visitar paisajes puede ser terapéutico, la neurociencia demuestra que imaginar o anticipar la visita a dichos lugares puede liberar casi los mismos niveles de dopamina que visitarlos en persona.
Encontrar significado en el vino
Otro beneficio psicológico del vino es su significado, algo que todos buscamos. El vino tiene una rica historia que nos conecta con civilizaciones antiguas, tradiciones religiosas, la tierra, el clima y la comunidad. El interés por el vino puede convertirse fácilmente en una pasión que nos impulse a explorar el mundo del vino para comprenderlo y apreciarlo más profundamente. Tras destacar los numerosos beneficios del vino para la salud, necesitamos un último análisis sociológico. Un estudio danés demuestra que beber vino es un indicador general de un «desarrollo social, cognitivo y personal óptimo». Estadísticamente, quienes beben vino tienen un mayor nivel educativo, mayores ingresos y mejor salud general que quienes beben cerveza, licores e incluso quienes no beben alcohol.
El vino y la buena vida
El vino, como producto de la naturaleza y la cultura, es un problema de salud y psicosocial que requiere múltiples perspectivas. Por supuesto, aprovechar los beneficios del vino para la salud implica equilibrar los riesgos del alcohol. Cualquier consumo excesivo (2-3 copas al día para hombres, 1-2 para mujeres) anulará sus beneficios. Todos tenemos días o noches difíciles, así que considera uno o dos días sin vino a la semana para equilibrar la situación.
El vino se disfruta mejor al estilo mediterráneo, como parte de una dieta y un estilo de vida saludables. Esto puede aumentar las posibilidades de vivir una vida larga y plena. Esto significa que podemos vivir para descubrir innumerables vinos de todo el mundo.
